Me encantan La Ilíada y La Odisea de Homero. Desde que recuerdo. Por eso hoy te traigo esta reseña sobre Ilión I: el asedio, de Dan Simmons.
De pequeña leía estas grandes epopeyas griegas con frecuencia, fascinada por su lenguaje épico y repetitivo —’las cóncavas naves’, ‘Diomedes, el domador de caballos’, ‘Hera, la de los níveos brazos’—, las aventuras y desventuras de sus personajes, la fuerza y crueldad de Aquiles, la ternura y el trágico fin de Héctor —confieso que he llorado, y sigo llorando, cuando muere y Aquiles lo arrastra en su carro ante su familia—, el fascinante ingenio de Odiseo, el poder deslumbrante de Atenea, mi diosa favorita… Y podría seguir.
Por eso cuando descubrí Ilión I: el asedio, no me pude resistir. Tenía que leerla. Y la verdad es que merece la pena. Estoy deseando hacerme con la segunda parte, Ilión II: Olimpo.
Dan Simmons, uno de los grandes
Este autor nació en 1948, en Illinois. Fue profesor de alumnos con altas capacidades durante unos años, hasta que decidió dedicarse de pleno a la escritura. Y, cómo no, les enseñaba Literatura griega, entre otras materias.
Se le considera un hito en ciencia ficción, aunque ha escrito otros géneros, como por ejemplo, terror. Sus obras más destacadas son Hyperion —una vuelta de tuerca de los Cuentos de Canterbury, de Chaucer— y otras novelas de la saga como Endymion o El ascenso de Endymion.
Ha obtenido numerosos galardones —seguro que logra más, no me cabe la menor duda— y en ocasiones de manera repetida, como el premio Locus (1989, 1990, 1991, 1998), el Hugo (1990), o el World Fantasy Award (1985); y en el apartado de terror, el Bram Stoker (1989).
Ilión I: El asedio, un “retelling” con ciencia ficción
Foto: Museo de Bellas Artes, Budapest
Ficha técnica:
Título: Ilión I: el asedio
Autor: Dan Simmons.
Géneros: fantasía (mitología griega), ciencia ficción (space opera, distopía).
Páginas: 496.
Editorial: B de Books.
Año de publicación: 2016 (primera edición: 2003).
No hay duda de que los “retellings” están de moda. No hay más que ver el éxito de obras como La canción de Aquiles o Circe, ambas de Madeline Miller, o la saga de Disney de Maléfica.
Y me dirás, tal vez: “Eso de ‘retelling’, ¿qué es exactamente?” —si has leído otras entradas mías como Circe o La isla de Odín lo sabes de sobra—. Pues se trata de una nueva versión de una obra, mito o cuento clásicos, como en este caso La Ilíada de Homero. El enfoque tan sorprendente que nos ofrece Dan Simmons es mezclar la guerra de Troya con la ciencia ficción, con personajes procedentes de Europa o Io —los satélites de Júpiter— o situar la acción principal en Marte, junto al monte Olimpo.
Pero vayamos por partes. A continuación veremos los aspectos principales de la novela.
Antes, una cosa: la obra original tiene más de 800 páginas. Sin embargo, al traducirla al español, la editorial Nova ha preferido publicarla en dos volúmenes —y se agradece, sobre todo si la lees en formato papel—. Tendrás la reseña de esta segunda mitad próximamente. Y te garantizo que la cosa mejora todavía más.
Los “dramatis personae” de esta versión cifi de La Ilíada
Al final de la obra hay un apartado sobre el autor y el “dramatis personae” de la novela. Normalmente esta lista de personajes principales con alguna nota aclaratoria se incluía en las piezas de teatro. Sin embargo, hay obras narrativas que deciden incluir esta especie de glosario.
Te recomiendo que la leas antes de nada, te ayudará a entender qué son los moravecs, por ejemplo. Yo me di cuenta de su existencia al acabar de leer la novela, y me habría gustado descubrirlo antes, es una ayuda.
En esencia, hay tres tipos de seres pensantes y sentientes en el libro:
- Los humanos: son los principales personajes clásicos, divididos en aqueos o griegos, y los troyanos, con nombres tan conocidos como Aquiles, Agamenón, Odiseo, Helena, Casandra, Héctor o Paris.
- Los moravecs: aquí viene la parte más original y de ciencia ficción. Según indica el “dramatis personae”, son:
“Organismos autónomos sentientes y biomecánicos esparcidos por los humanos por todo el sistema solar exterior durante la Edad Perdida”.
Así, por ejemplo, Orphu de Io es un moravec de ocho metros de longitud con forma de cangrejo. No obstante, piensa y siente como un ser humano.

Pero buceando por la red he descubierto que esta ‘palabreja’ tiene un origen muy interesante: Hans Moravec es un científico austríaco especialista en robótica que hace treinta años señaló que los robots eran totalmente capaces de razonar como un humano pero no podían realizar tareas motrices básicas como andar con naturalidad. Este fenómeno es conocido como la “paradoja de Moravec” y hoy en día no se ha hallado ninguna solución satisfactoria. (He dejado un par de enlaces al final del artículo por si quieres saber más).
Imagino que Dan Simmons ha querido rendir homenaje a este célebre investigador de la inteligencia artificial.
- Los humanos antiguos: en este apartado está la Judía Errante, un personaje muy interesante y anterior a la Edad Perdida —una época precedente a la trama y que conecta la novela con el subgénero distópico—. También incluye humanos nacidos más tarde, como son Daeman, Ada, Hannah y Harman.
Todos ellos se articulan en tres líneas narrativas, como vamos a ver ahora.
Las tres tramas principales de Ilión I: el asedio
En esta obra podemos identificar tres tramas paralelas, como vemos a continuación:
1) Dan Simmons y la tradición homérica
El inicio de la novela de Simmons es igual de glorioso que su modelo, el canto I de la obra de Homero, aunque el autor le dé su ‘toque’ personal:
“Cólera.
Canta, oh, Musa, la cólera de Aquiles, hijo de Peleo, asesino, ejecutor de hombres destinados a morir, canta la cólera que costó a los aqueos tantos buenos hombres y envió tantas almas vitales y valerosas a la temible Casa de la Muerte. Y de paso, oh, Musa, canta la cólera de los propios dioses, tan petulantes y poderosos aquí en su nuevo Olimpo, y la cólera de los posthumanos, muertos y desaparecidos como parecían, y la cólera de los pocos humanos auténticos que quedan, por ensimismados e inútiles que puedan haberse vuelto. Mientras estás cantando, oh, Musa, canta también la cólera de esos seres pensativos, sintientes, serios pero no del todo humanos que soñaban bajo los hielos de Europa, morían en la ceniza sulfurosa de Io y nacían en los fríos pliegues de Ganímedes.
Oh, y cántame, oh, Musa, a mí el pobre Hockenberry, nacido contra su voluntad… el pobre y muerto Thomas Hockenberry, doctorado en clásicas, Hockenbush para los amigos, amigos convertidos en polvo en un mundo ya olvidado. Canta mi cólera, sí, mi cólera, oh, Musa, por pequeña e insignificante que pueda ser esa cólera en comparación con la furia de los dioses inmortales, o con la ira del aniquilador de dioses, Aquiles.
Pensándolo bien, oh, Musa, no cantes nada de mí. Te conozco. Te he servido, oh, Musa, incomparable zorra. Y no me fío de ti, oh, Musa. Ni pizca.”
Esta trama, la más fiel a la epopeya clásica, está protagonizada por Thomas Hockenberry, alias Hockenbush, un escólico que sirve a una musa a cambio de su vida —aunque es una especie de fantasma o muerto viviente—. Su labor, como la de otros escólicos, es observar los acontecimientos diarios de la guerra en Troya e informar de cualquier variación a los dioses del Olimpo. Evidentemente, es un experto en griego antiguo y en la tradición homérica.
En cierta manera, es un trasunto del autor.
2) El toque de ciencia ficción de Dan Simmons

Junto a la mitología griega, el autor de Illinois desarrolla todo un mundo de ciencia ficción, de space opera. A pesar de que no estoy muy acostumbrada a este subgénero, me ha gustado la combinación, renueva la historia épica conocida por todos.
Aquí va un fragmento de esta segunda trama, una trepidante persecución del mítico kraken:
“El sumergible moravec de Mahnmut el europano iba tres kilómetros por delante del kraken y ganaba terreno, lo cual debería haberle dado un poco de confianza a la diminuta criatura robo-orgánica, pero como el kraken solía tener tentáculos de cinco kilómetros de largo, no lo hacía.
Era un agravio. Peor que eso, era una distracción. Mahnmut casi había terminado su nuevo análisis del Soneto 117, estaba ansioso por enviarlo por e-mail a Orphu en Io, y lo último que necesitaba era que se tragaran su sumergible. Estudió el kraken, verificó que la enorme, hambrienta y gelatinosa masa continuaba persiguiéndolo, y se interfaceó con el reactor lo suficiente para añadir tres nudos a la velocidad de su nave.”
Mahnmut es un moravec destinado a dirigir un sumergible llamado La Dama Oscura —me hizo mucha gracia el nombre la primera vez que lo leí, pues yo solía usar el apodo de ‘La Dama Negra’. Ahora lo he cambiado por el más clásico de Artemis—. Procede del satélite Europa y es un gran aficionado a los sonetos de Shakespeare. Tiene un aspecto más humano, y quizá por eso me acuerdo bastante de C-3PO, de la saga de Star Wars.
Junto a otros de su especie —como su gran amigo Orphus, de Io— aceptará una misión suicida que lo llevará a la terraformada Marte, aunque no tenga muy claro en qué demonios se ha metido.
3. Los humanos según Dan Simmons

Y, finalmente, en la tercera trama tenemos a Daeman, un humano nacido tras la Edad Perdida:
“Daeman durmió bien y soñó con mujeres.
Le resultaba ligeramente divertido, si no extraño, soñar solo con mujeres el día que no se acostaba con una. Era como si requiriese carne cálida y femenina junto a él cada noche, y su subconsciente la suministrara cuando sus esfuerzos diarios fracasaban. Cuando despertó, tarde, en su cómoda habitación de Ardis Hall, el sueño se deshizo en jirones, pero quedó de él lo suficiente (además de la habitual erección matutina) para traerle un recuerdo del cuerpo de Ada, o alguien muy parecida a Ada: cálida, de piel blanca, perfumada, con nalgas rotundas y pechos redondos y muslos sólidos. Daeman anhelaba la conquista del fin de semana venidero y tenía pocas dudas esta hermosa mañana de que tendría éxito.”
Hasta aquí todo normal, pero ojo al estilo ‘rural informal’ que lleva puesto el personaje:
“Más tarde, ya duchado, afeitado, vestido impecablemente al estilo que consideraba rural informal (pantalones de algodón de rayas blancas y azules, chaleco de lana, chaqueta pastel, camisa de seda blanca y corbata de piedra de rubí, con su bastón favorito y con zapatos de cuero negro un poco más recios que sus habituales zapatillas) desayunó en el conservatorio iluminado y descubrió, para su satisfacción, que Hannah y aquel tal Harman se habían marchado por la mañana temprano. ≪A preparar el vertido de la tarde≫, fue la críptica explicación que dio Ada y a Daeman no le interesó lo suficiente para pedir explicaciones. Se alegraba de que el tipo se hubiera marchado.”
En esta última trama, los humanos son los protagonistas; en concreto, Daeman y los ya mencionados Ada —su prima y a la que pretende ligarse—, Hannah y Harman. No desvelaré ningún dato importante, pero el momento con el dinosaurio es una de las mejores escenas, en mi opinión.
Ilión I. El asedio, ¿una lectura recomendable?
Sin duda. Si tienes debilidad por la mitología clásica, en especial Homero, no te puedes perder esta novela. Es como saborear La Ilíada y sus héroes y dioses pero desde otra perspectiva. Y sin embargo, no pierden su esencia.
¿Y qué pasa con la cifi? No soy experta en ciencia ficción, ni mucho menos. He leído pocas obras del género y me suele costar imaginarme los seres y aparatos tecnológicos… Sin embargo, en esta ocasión no me he sentido perdida y, de hecho, me ha gustado mucho. Así que si no eres muy de cifi, no creo que tengas problema.
Es una obra fascinante y muy recomendable. Así es. Si deseas conocer mejor el segundo volumen de la saga, aquí tienes Ilión II: La rebelión, de Dan Simmons
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Enlaces de interés
Ilión I. El asedio e Ilión II. La rebelión La obra completa.
La canción de Aquiles, Madeline Miller.
Circe, Madeline Miller.
Maléfica en dvd y blu-ray o 3D.